10 junio 2005

Gracia y Libertad (ahora sí)

Tema central para mí. Siempre que puedo lo traigo a la memoria y puedo estar largos momentos considerándolo. Me resulta inagotable, porque lo es en sí mismo y por mis propias limitaciones.

Antes aclaro que no voy a transcribir definiciones. Con sólo leer las del Catecismo, ya se está en condiciones de pensarlo y repensarlo. Baste saber que, para este caso, por Gracia entiendo toda Gracia creada y por Libertad, la capacidad interior que uno tiene, de determinarse a sí mismo para hacer esto o lo otro, ya sea bueno o malo.

La vida espiritual del cristiano depende, en gran medida (sino totalmente), de la forma en que considere cómo actúan e influyen en él, ambos elementos.

Dice San Agustín:

“hay algunos que tanto ponderan y defienden la libertad que osan negar y hacer caso omiso de la Gracia de Dios, mientras otros hay que cuando defienden la Gracia de Dios, niegan la libertad”

La primera crítica de San Agustín va dirigida a Pelagio –cuyas ideas conoció, pues fueron contemporáneos-, en cambio la segunda tuvo su más claro exponente mil años después, en Lutero.

Lo primero para destacar es lo “clásico” del tema. Está vigente en el 500, en el 1500 y en el 2000 también. El mundo de hoy está lleno de pelagianos (sobre todo) y luteranos (no tanto), y he visto ambas formas de pensar en la misma persona. Pareciera que lo habitual es el desequilibrio, ya sea en pretender que la libertad ocupa un lugar tan importante en la vida que la gracia es nada más que una ayudita de Dios (lo que hace que uno se aleje de la Oración, de la Reconciliación y de la Eucaristía); ya sea en esperar todo de Dios ignorando la libertad como elemento imprescindible para aceptar la gracia.

Lo segundo es que creo que hay una forma de explicar la existencia de una por la otra en forma recíproca. O sea que la existencia de la Gracia se explica por la existencia de la Libertad y viceversa.

Para afirmar la existencia de la Libertad sin la de la Gracia –solicitación divina a la voluntad humana- se requiere, o bien afirmar que la voluntad recibe otra solicitación que no sea la de Dios, o bien que se mueve sin necesidad de solicitación alguna.

Siendo Dios el autor de todo bien, si la voluntad recibe sólo solicitaciones que no vengan de Dios, se suprime totalmente lo que nos invita a lo bueno y no se suprime sino lo que nos inclina a lo malo. De esto se sigue que la Libertad, como facultad de escoger entre el bien y el mal, no existe. Si sólo existe el mundo, el Demonio y la carne, para qué necesitamos la Libertad.

Para el caso de que la voluntad se mueve sin solicitación alguna, la Libertad es más imposible todavía. Habría que eliminar todo lo que nos rodea, o en todo caso, eliminar los sentidos y la inteligencia, que son los medios para que la voluntad tenga alguna inclinación.
Ahora, díganme ustedes como puedo ser libre si no puedo ver o tocar la realidad, sin percibirla de algún modo y sin poderla pensar.

Por donde vayamos a negar la Gracia ensanchando la Libertad, terminamos quedándonos sin Libertad. Y con esto: chau Pelagio (al menos para mí)

Para afirmar, en cambio, la existencia de la Gracia sin la de la Libertad se requiere un error más grosero –pero no por eso, menos contagioso- ya que si el hombre no es responsable ni libre, cae exclusivamente bajo las leyes Divinas que gobiernan inflexiblemente la creación. Entonces ¿para qué la Gracia?

Una piedra, un cuchillo, una planta, no necesitan de la Gracia. Un hombre sin libertad, tampoco. Lutero: ¡fuiste! (otra vez, al menos para mí)

Pregunta San Pablo recién convertido: “¿Qué he de hacer, Señor?" La Iglesia responde: Cooperar con la Gracia Divina, de modo que nuestra Libertad consienta siempre su impulso íntimo.

6 Comments:

Blogger m dice:

Gracias por la información, algo sabía pero me ha servido mucho. Es más en estos días traté de escribir, bastante torpemente sobre el tema.

11 junio, 2005 11:28  
Blogger m dice:

Viste que no se ve la imágen de la izquierda del encabezado de tu blog??

14 junio, 2005 20:27  
Blogger Roberto Iza Valdés dice:

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

07 noviembre, 2005 20:28  
Anonymous Anónimo dice:

Roberto, no comparto tu vision de la libertad, no es la catolica.

01 enero, 2006 21:31  
Anonymous Anónimo dice:

Hola...
...muchas gracias Roberto, por tu impecable y magistral esposición sobre la conciliación entre la libertad de hombre y la Gracia de Dios.

Prmero decir a Mario, que sí, que lo expuesto y razonado, es católico....sino, dínos, qué doctrina es?, una nueva?. Sí, es católica.
Y a tí, Roberto, tan sólo aplaudir tu razonamiento católico, y, si me lo permites, ampliar en algo esa "conciliación" entre libetad del hombre y Gracias de Dios.
Ye el Concilio "ARAUSICANO II (año 529)", condenando el semipelagianismo, que pretendía atribuir al hombre los primeros movimientos hacia la fe, deseo de salir del pecado, nostalgia de Dios, petición de Gracia divina, etc...
...en efecto los semipelagianos, no podían explicar cómo puede seguirse un efacto sobrenatural (la conversión, justificación y salvación) de un acto, en definitiva, humano (entre una y otra hay una distacia infinita).
En ewste Copncilio se afirmó que, LA MISMA PETICIÓN DE GRACIA, PROVIEEN DE LA GRACIA. Incluso el QUERER ser limpios, se hace en nostros por infusión y operación del Espíritu Santo (he sido encontrado por los que no me buscaban; me aparecí a los que no preguntaban por mí.- IS 65,1.
Y en el mismo Concilio se dice: " Si alguno dice que se nos confiere divinamente misericordia cuando SIN la Gracias de Dios creemos, deseamos, nos esforzamos, trabajamos, oramos, vigilamos, estudiamos, pedimos, buscamos, llamamos y, NO confiesa que por la infusión del Espíritu Santo se da en nosotros que creamos y queramos o que podamos hacer, como se debe, todas estas cosas, y, CONDICIONA la ayuda de la Gracia a la huildad y obediencia hjumanas y NO consiente en que es DON de la Gracia misma el que sa obediente y humilde...dice San Pablo: qué tienes que no hayas recibido (ICor 4,7)...y, por esta Gracias de Dios soy lo que soy (I Cor 15,10).

Por tanto, cualquier acercamiento del hombre a Dios, No es su MÉRITO, ni tan siquiera la idea de Creencia en Él. Sin embargo, sí es DEMÉRITO su rechazo.


Tan sólo era esto, Roberto.

Disculpa mi extensión.

Salu2


Pako

10 enero, 2008 15:33  
Anonymous francisco patrito dice:

Hola, Soy Francisco patrito, pertenezco al grupo juvenil de Fasta, aun sigo en las menores para el que conozca. No se si alguien contestara este post, despues de todo, llego 12 años tarde, aunque debo admitir que en 2008 todavia militaba la seccion escuderos con 7 años.

Encontre este blog buscando la poesia "militar la vida" de Pedro Giunta padre, pues la poesia me llego originalmente por su hijo quien hoy es sacerdote en cordoba y actual amigo mio.

Me gustaria intercambiar palabras con quienes, hace 12 años se emocionaron tanto como yo con tan hermosa poesia, ademas he leido todos los demas blogs y me emociono saber que hace 12 años a gente tambien le enfervorizaban temas como los que hablan aqui.

Saludos, dejo mi mail con esperanza. A tus ordenes!

ffranpatrito73@gmail.com

29 agosto, 2020 12:25  

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