02 junio 2005

Gracia y Libertad

Dice Hernán que en toda conversión hay una primera etapa de racionalidad. Él la llama "temprana" o "preconversión".

Como catequista de adultos he podido comprobarlo. No se puede avanzar en el proceso de conversión si la persona no tiene “la cabeza sobre los hombros” como quien dice. ¿Esto significa que la Fe entra por la razón? No.
¿Entonces reside en la voluntad? Tampoco.

El catequista se acomoda en la silla y trata de explicar: ¿Vieron que todo lo que conocemos, va primero a la inteligencia y después, una vez “inteligido”, en el orden del obrar, va a la voluntad? Bueno, esto es válido para todo excepto para las Verdades de la Fe.

En el caso de la Fe, Dios opera, primero, en la voluntad del hombre para motivar a la razón para que se abra a las Verdades de la Fe.

¿Es en el único caso? Único caso.

Ah, catequista caprichoso, así cualquiera.

No, no, no es capricho, hay una explicación. Esto es así porque la razón humana, así como fue creada, no es una potencia adecuada para aceptar las Verdades de la Fe como “verdaderas”. Para eso necesita la Gracia.

Bueno, de eso ibas a hablar.

Si... pero ahora no. Me fui por las ramas pero esto era primero. Esta entrada ya tiene –como decía la profesora de Castellano- “sentido completo y autonomía sintáctica”. El tema de la Gracia –que lo quiero hablar con el de la Libertad- queda para la próxima. Si quieren cámbienle el nombre al post.

3 Comments:

Blogger m dice:

Agrego que así se entiende también la adhesión de fe que muchas personas tenemos desde niños sin llegar a su entendimiento más acabado (por supuesto nunca completo) del contenido de la revelación hasta llegar a la adultez. Y además como personas que tenían fe de niños, al no haber perseverado, por diversas causas, su razón creció sin auxilio de la gracia, y de allí los conflictos que muchos tenemos entre nuestra razón y nuestra fe.

03 junio, 2005 10:16  
Blogger Carlos Bartolomé Santos dice:


Esto es así porque la razón humana, así como fue creada, no es una potencia adecuada para aceptar las Verdades de la Fe como “verdaderas”. Para eso necesita la Gracia.

Yo lo pondría de otra forma, la razón humana como potencia no sirve para creer mientras quiera buscar en lo observable lo único verdadero. Cuando la razón se confía a la Gracia (aqui entra la voluntad) es cuando el hombre acepta las verdades de la Fe.
Cuando la razón por fin entiende que no puede llegar a la verdad que le precede por medio de ningún metodo, y q esta le tiene que ser revelado, entonces es cuando se confía a esa Verdad ayudado por la gracia, la libertad entra en el Sí, si confío del hombre.

08 septiembre, 2005 18:20  
Blogger Roberto Iza Valdés dice:

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07 noviembre, 2005 20:40  

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